Ingredientes
- 1/2 kilo de garbanzos secos (los pondremos en remojo la noche anterior, en un recipiente con el triple de agua del volumen que ocupen los garbanzos)
- 400 gramos de espinacas frescas
- 100 gramos de pasas
- 2 cebollas grandes
- 1 bulbo de hinojo
- 50 gramos de piñones
- Aceite
- Sal
Elaboración
En primer lugar, pondremos a hervir los garbanzos. Pueden tardar unos 70m, por lo que mientras se cocinan puedes empezar a preparar la salsa que servirá de base a nuestro plato. Sofríe, en una sartén a fuego lento, la cebolla y el hinojo picados. Retira la salsa del fuego y sirve en platos hondos (se enfriará en ellos y será la «sorpresa» de fondo de nuestro plato). Cuando se haya cocinado los garbanzos, no tires el agua sobrante: resérvala para hacer un caldo con otras verduras (¡en invierno sienta genial!). Pon un diente de ajo en una sartén con un poco de aceite y cuando esté dorado retíralo; añade entonces los garbanzos pasándolos a fuego medio para que cojan un poco más de sabor. Ahora añades las espinacas. Recuerda lavarlas bien ya que pueden traer consigo un poco de tierra. Cuando las espinacas empiecen a estar blandas, añade a fuego lento las pasas y los piñones: el azúcar de las pasas se desprenderá con el calor dando un sabor único a tu plato. Remueve de vez en cuando, corrige la sal y retira del fuego transcurrido unos 5 minutos. Ya puedes servir los garbanzos en los platos, cubriendo la salsa para que no se vea a simple vista.
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